miércoles, 17 de diciembre de 2008

CAMPAÑA DE CÁRITAS 2008-09

Desde su etapa fundacional, Cáritas viene desarrollando de forma ininterrumpida una intensa labor de respuesta humanitaria a las emergencias que se declaran en cualquier región del mundo mediante la puesta en marcha de campañas específicas de ayuda a las víctimas. Asimismo, nuestra organización lleva a cabo anualmente varias acciones de sensibilización dirigidas a impulsar en el conjunto de la sociedad y de la comunidad cristiana la solidaridad con quienes padecen los efectos de la pobreza y de la exclusión social, y a tomar plena conciencia de las causas que provocan las situaciones de injusticia y desigualdad social.

lunes, 15 de diciembre de 2008


NAVIDAD: (del latín “natalis dies” = día del nacimiento). Es la fiesta central del tiempo de navidad, preparado por el adviento. El primer testimonio escrito de la fiesta data del año 354. Se fija la fecha del 25 de diciembre para cristianizar las fiestas paganas del “Natalais Invicti”, o fiesta del Sol, en el solsticio de invierno. Puede tener relación, también, la fecha con el 25 de marzo, día en que se creía que había comenzado el mundo (equinoccio de primavera), la concepción de Jesús y también su muerte.
En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre,[1] aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el
Imperio Romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertir al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.
Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano
Constantino I el Grande se convirtió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

miércoles, 12 de noviembre de 2008

DISCURSO DE BENEDICTO XVI AL FÓRUM CATÓLICO MUSULMAN

Soy consciente de que musulmanes y cristianos tienen planteamientos diferentes sobre las cuestiones que afectan a Dios. Sin embargo, podemos y tenemos que ser adoradores del único Dios que nos ha creado y que se preocupa de cada persona en todas las partes del mundo. Juntos tenemos que mostrar, con el respeto recíproco y la solidaridad, que nos consideramos miembros de una sola familia: la familia que Dios ha amado y reunido desde la creación del mundo hasta el final de la historia humana
Para los cristianos, el amor de Dios está ligado de forma inseparable al amor a nuestros hermanos y hermanas, a todos los hombres y mujeres, sin distinción de raza o cultura. Como escribe san Juan, "si alguno dice: 'Amo a Dios', y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve" (1 Juan 4, 20).

La tradición musulmana es también muy precisa al alentar al compromiso práctico en favor de los más necesitados y recueda precisamente la propia "regla de oro": vuestra fe no será perfecta si no hacéis a lo demás lo que queréis para vosotros mismos.

Rezo para que el Fórum Católico-Musulmán, que ahora está dando sus primeros pasos con confianza, pueda convertirse cada vez más en un espacio de diálogo y que nos ayude a recorrer juntos el camino hacia un conocimiento cada vez más pleno de la Verdad. Este encuentro es también una ocasión privilegiada para comprometernos a favor de una búsqueda más profunda del amor a Dios y del amor al prójimo, condición indispensable para ofrecer a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo un servicio auténtico de reconciliación y de paz.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL POR QUÉ DE LAS CREENCIAS

Primer encuentro musulmán-cristiano

Un primer foro católico-musulmán destinado a abrir un nuevo capítulo de diálogo entre ambas religiones se abrirá el martes en el Vaticano, dos años después de las controvertidas palabras de Benedicto XVI sobre el islam en un discurso en la universidad de Ratisbona.
Veinticuatro religiosos e investigadores católicos y otros tantos musulmanes participarán hasta el 6 de noviembre en ese primer seminario a puerta cerrada sobre el tema "Amor de Dios, amor del Prójimo".
Ambas delegaciones incluirán mujeres, precisó la agencia especializada estadounidense Catholic News Service (CNS).
Por el momento no se difundió ningún orden del día del foro, cuya primera jornada estará dedicada a las bases teológicas y espirituales del amor y la caridad en las enseñanzas católica y musulmana.
Al día siguiente, los delegados trabajarán sobre los temas de "la dignidad humana" y "el respeto mutuo", según CNS.
Está prevista la intervención del papa Benedicto XVI en un momento no precisado del seminario. Asimismo, la sesión de clausura pública está prevista para el 6 de noviembre, en la universidad Gregoriana de Roma.

miércoles, 15 de octubre de 2008

DIOS SUPREMO DE LA RELIGIÓN AZTECA


En la religión azteca numerosos dioses regían la vida diaria. Entre ellos Huitzilopochtli (deidad del sol), Coyolxahuqui (la diosa de la luna que, según la mitología azteca, era asesinada por su hermano el dios del sol), Tláloc (deidad de la lluvia) y Quetzalcoátl (inventor de la escritura y el calendario, asociado con el planeta Venus y con la resurrección).
Los sacrificios, humanos y de animales, eran parte integrante de la religión azteca. Para los guerreros el honor máximo consistía en caer en la batalla u ofrecerse como voluntarios para el sacrificio en las ceremonias importantes. Las mujeres que morían en el parto compartían el honor de los guerreros. También se realizaban las llamadas guerras floridas con el fin de hacer prisioneros para el sacrificio. El sentido de la ofrenda de sangre humana (y en menor medida de animales) era alimentar a las deidades solares para asegurarse la continuidad de su aparición cada día y con ella la permanencia de la vida humana, animal y vegetal sobre la Tierra.